miércoles, 16 de enero de 2008

ABSIT (DIOS ME LIBRE)

En medio del sabroso dormitar de la siesta de las tres, abrió los ojos lenta y soñolientamente. El ruido de la cascada le transportaba a lugares inimaginados por la gente de la ciudad, siempre le gustó el sonido del agua, desde la niñez le daba la sensación de frescura, de pureza, evocó esas limpias tardes en el norte al lado del mínimo brazo del río que pasaba cerca de su casa, los parronales cargados, las dulces mandarinas, los olivos del verdor mas comprometido que existe, respiró profundamente para tragar aquellos recuerdos tan perdidos, que uno a uno se fueron ocultando desde que llegó a Santiago a trabajar, quería encarcelarlos, para que fueran su eterna compañía. Su pie se deslizó casualmente hasta sentir la frialdad del líquido...¡De un salto se puso de pie… ¡Por la puta madre!…otra vez la manguera de la lavadora se soltó…abrenuntio…